México es un país vibrante con una cultura rica, una belleza natural impresionante y una historia fascinante. La industria del turismo del país ha sido durante mucho tiempo un importante contribuyente a su economía, con millones de visitantes que vienen a explorar sus muchas maravillas cada año. En los últimos años, han surgido varias tendencias que probablemente definan el futuro del turismo y el sector inmobiliario en México.
Teniendo en cuenta los informes del SEGOB, durante enero-marzo de 2022 el país recibió más de 38.3 millones de visitantes internacionales, lo que representó una recupreación del 85.1 por ciento respecto al 2019. En los primeros meses de 2023, Miguel Torruco Marqués, Secretario de Turismo del Gobierno de México, dio a conocer que el ingreso de divisas de visitantes internacionales en enero de 2023 fue de 2,835 millones de dólares, lo que equivale a un aumento de 43.1% con respecto a 2022; así superando con 23.9% lo recaudado en igual período de 2019, que fue de 2 mil 289 millones de dólares.
Tras la llegada de la pandemia de la COVID-19 la digitalización de la industria turística se aceleró y se mantiene estable, se espera una tendencia creciente post-pandemia. Los viajeros ahora se sienten más cómodos utilizando plataformas digitales para reservar y planificar sus viajes, y las empresas de turismo están adoptando tecnologías digitales para mejorar la experiencia del cliente. La COVID-19 también trajo a México una oleada de trabajadores remotos en busca de una propiedad temporal, semipermanente o permanente.
De acuerdo con Gene Towle, socio ejecutivo de Softec, el sector inmobiliario de México podría crecer hasta 1% en 2023, y considerablemente más en los 10 submercados donde el turismo es dominante. En una entrevista de diciembre de 2022 para BNAmericas, Towle mencionó que “el mercado de mayor crecimiento es el vacacional, ya que este año (2022) creció en un 15% y estimamos que el próximo año crezca entre un 10-15%. Los mercados con mayor movimiento no son necesariamente los de donde parten los nuevos proyectos, pero son los que más venden”.
El auge del turismo inmobiliario que ha enfrentado el país está fuertemente influenciado por la capacidad de México para ofrecer diversos segmentos de turismo para distintos perfiles de consumidores. Un ejemplo es la tendencia de sostenibilidad tanto del lado del operador como directamente desde la construcción. Los viajeros están cada vez más interesados en opciones de viaje ecológicas y socialmente responsables certificadas, ya que cada vez más viajeros priorizan la sostenibilidad ambiental y las prácticas de turismo responsable; grandes cadenas hoteleras y pequeñas empresas de hospedaje boutique, buscan adaptarse a esta tendencia desde los cimientos de la construcción hasta la oferta final de productos y servicios alineados con la responsabilidad social corporativa.
Las tendencias del ecoturismo generalmente se alinean también con un creciente interés en la aventura, para el cual la diversa geografía de México, que incluye montañas, desiertos y costas, lo convierte en un destino ideal. Actividades como el senderismo, la escalada en roca, el surf y la tirolesa son cada vez más populares entre los viajeros que buscan adrenalina y hay hoteles que se han adaptado y se siguen adaptando a este creciente interés, como se puede ver en cadenas hoteleras populares como los grupos Xcaret y Vidanta, que están construyendo sus nuevos hoteles junto con el interés de ofrecer dichas actividades y atraer a este perfil de consumidor.
El sector inmobiliario mexicano está estrechamente relacionado con la industria turística del país, con inversionistas y desarrolladores enfocados en crear propiedades que atiendan a una amplia gama de viajeros. Como resultado, el impacto del turismo en el sector inmobiliario mexicano es significativo, con varias tendencias e indicadores clave a considerar.
Uno de los impactos más significativos del turismo en el sector inmobiliario mexicano es el desarrollo de propiedades vacacionales. Varios inversionistas se sienten atraídos por la fructífera industria turística de México y están ansiosos por invertir en propiedades que puedan generar importantes ingresos por alquileres durante las temporadas altas de turismo. Como resultado, ha habido un aumento en el desarrollo de propiedades vacacionales, que incluyen villas frente al mar, condominios y hoteles estilo centro turístico.
Esta tendencia ha tenido un impacto marcado en el sector inmobiliario mexicano, elevando los precios de las propiedades en muchos puntos turísticos. Por ejemplo, destinos de playa populares como Cancún, Puerto Vallarta, Punta de Mita, La Paz, Tulum y Los Cabos han visto aumentos significativos de precios en los últimos años a medida que la demanda de propiedades vacacionales continúa creciendo.
Otro impacto del turismo en el sector inmobiliario mexicano es el desarrollo de propiedades de lujo. Muchos hoteles y resorts de alta gama se están desarrollando en los principales destinos turísticos de México, atrayendo a viajeros adinerados que están dispuestos a pagar una prima preferencial por alojamiento y servicios de lujo. Esta inclinación ha resultado en el desarrollo de proyectos inmobiliarios de lujo, incluidos condominios, villas y comunidades cerradas.
El turismo también ha influido en el desarrollo de infraestructura en los principales destinos de México. Para dar cabida a la afluencia de turistas, los gobiernos locales y los inversionistas privados han estado aportando en el desarrollo de nuevas carreteras, aeropuertos y otras infraestructuras de transporte. El auge tanto del turismo temporal como de los expatriados en el país, ha aumentado la demanda de servicios de alta calidad en varios lugares, lo que también ha impactado en la construcción de espacios comerciales. Esto ha ayudado a mejorar el acceso a destinos turísticos populares y ha facilitado que los inversores desarrollen nuevas propiedades en estas áreas.
De acuerdo con El Reporte del Sector Inmobiliario Mexicano 2022 de BBVA, el sector de la construcción sigue creciendo, aunque muy lentamente, se identificó medio punto porcentual por encima del planteado a mediados de 2021, y si bien representa un incremento favorable, alcanzar el PIB previo a la pandemia se contempla aún fuera de alcance, al mismo tiempo que se enfrentan los altos precios de los materiales de construcción como el acero. “El incipiente crecimiento del sector va acompañado de un ligero aumento del 2,1% en la demanda de trabajo por parte de las empresas constructoras (…) el alquiler de maquinarias y equipos, y los salarios han aumentado a un ritmo mucho menor. En el corto plazo, no esperamos que disminuyan los insumos de construcción.”
En general, el impacto del turismo en el sector inmobiliario mexicano ha sido significativo, elevando los precios de las propiedades y creando nuevas oportunidades para inversionistas y desarrolladores. Si bien existen desafíos asociados con esta tendencia, incluidas las preocupaciones sobre el desarrollo excesivo, el impacto en las comunidades locales y los problemas de gentrificación en algunas áreas, es probable que el sector inmobiliario mexicano continúe beneficiándose de la fructífera industria turística del país en los años venideros. Por lo tanto, las crecientes oportunidades de inversión y el aumento de la oferta laboral dentro del sector también se verán impactados positivamente.
Artículo escrito por:
María Cristina Pérez
Gerente de Inteligencia de Mercado, Kiva Inversión Inmobiliaria Integral.
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